8 de marzo de 2010

Fuerza Chile


Escribo envuelta entre el sonido sugerente de una bosanova, que escapa por los altavoces de mi ordenador, y una maraña de temas posibles, reales, tangibles, pero sin ningún nexo en común más que mi propia observación.

No consigo decidirme por uno en concreto, me está costando concentrarme, pero también se que, en el fondo, lo tengo elegido aunque no sepa muy bien por donde empezar.
He podido leer en varios blogs amigos acerca del uso de las herramientas de la web 2.0; de su utilidad o complejidad, de lo que es moda o lo que quedará tras ella, de la importancia de subirnos a su carro o de saber protegernos con malabares de los “malewares”.

Como en muchas otras facetas de la tecnología, y de la vida misma, me autoproclamo “ignorante”, y si pudiera hacer un alegato en mi defensa sería algo así como “lo intento, de verdad, lo intento”. Voluntad de aprendizaje le pongo, otra cosa es que llegue a conseguirlo.

A pesar de ello, soy capaz de entornar los ojos y decir “tenían razón, fíjate tú para lo que sirve esto”.
Y esto, justamente, es lo que he hecho esta última semana, donde la Tierra y la web 2.0 coincidieron en el mismo punto caliente.

El pasado 27 de Febrero, la Tierra tembló como pocas veces hemos sido testigos. El suelo de Chile se quebró tras el feroz seísmo de 8.8 en la escala Ritcher, el 5º en intensidad del que se tiene conocimiento en el mundo y miles de personas quedaron aisladas del resto. No solo sin los servicios básicos, literalmente “se quedaron con lo puesto”, única y exclusivamente. Lo que no destruyó el terremoto, se lo llevó el tsunami. Miles de sueños rotos, e incluso, algunos perdidos para siempre, bien bajo las aguas, bien bajo los escombros.
Y la tecnología comenzó a dar su fruto de inmediato. Se crearon plataformas de ayuda, páginas especiales como “TerremotoChile” que conocí gracias al enlace que puso mi hermana en su blog. Desde allí, el acceso desde el resto del mundo hacia las zonas azotadas se hizo posible: televisión online, últimas noticias, mapas actualizados, Twitter, fotografías, vídeos, listas de fallecidos, búsqueda, ayudas, voluntariado, recomendaciones, etc.

Personalmente, toqué en varias puertas: yahoo messenger, facebook, hotmail, para intentar contactar con un antiguo amigo, chileno, residente en Santiago pero natural de Concepción. Y hubo respuesta. “Todos bien, mi familia de Conce, bien, las niñas, bien…fue muy fuerte”. Sonrío mientras pienso ¿cuánto hubiera tardado en tener noticias de ellos de no haber existido la red?. Tampoco los hubiera conocido, pero …

No lo pude evitar y me enganché a la televisión online, a Tvn Chile, a su canal 24 horas, a sus reporteros, a los presentadores de los programas, a los testimonios, a las denuncias, a las imágenes de desolación, pero también a las de esperanza. De vez en cuando, miro los mensajes que saltan continuamente a través de Twitter: “Fulanita busca a Perenganito en Constitución, llamar al 5656565656”, “Se busca a familia Villegas, desde Argentina”, “Mi abrazo para todos los chilenos, arriba Chile”, “No sabemos nada de Pedro X, estaba en Talca, llamar al 45454545”, “Apareció Fulanito en Conce, está solo, busca familia en Santiago”, “Gracias a todos, apareció mi sobrina en Penco”.

Sea como sea, lo cierto es que, casi, desde el primer momento comenzaron a aparecer estas webs, que alguien se preocupaba de actualizar e incluir contenidos y donde los “no afectados”, tanto chilenos como del resto del mundo, nos asomábamos buscando información, buscando saber, buscando lo importante: una esperanza.

¿Qué ha tenido este terremoto que no haya tenido el de Haití, por ejemplo? En principio, más intensidad, pero menos muertos, mucha destrucción, pero otros medios y entre ellos, no cabe la menor duda, que internet ha tenido una parte muy positiva, permitiendo que el mundo pudiera acercarse a Chile en estas horas tan tristes. Ha tocado mucho y muy hondo, pero en un país donde el desarrollo es distinto, donde existía un plan de emergencias, donde a pesar del caos, normal y comprensible para tamaño suceso, se ha tenido una directriz para empezar a gestionar el desastre. Ya llegarán las críticas, nunca faltan a una cita como ésta, pero no dejo de preguntarme ¿quién puede tener tanta experiencia en seísmos como éste y en su gestión como para no errar? ¿Qué pasaría en mi ciudad con algo parecido? Nos caen “cuatro gotas” y se nos cae el mundo, la electricidad, los transportes.

La presidenta
Michelle Bachelet ha tenido una amarga despedida. Desconozco los detalles de su política durante su mandato, no sé si los chilenos estaban contentos o no con ella, pero la visión que nos deja de su cargo, durante estos días tan difíciles, es el de una chilena que se ha movido de un lado al otro sin importarle que el próximo jueves acabe su cargo electo. Me quedo con su imagen entre escombros, al pie de una escalinata recibiendo ayuda internacional, con su embargada emoción durante una entrevista o el abrazo sincero y espontáneo que compartió con el nuevo presidente electo, Sebastián Piñera, al finalizar el recuento de donaciones en el Teletón que se organizó para recaudar fondos, el pasado fin de semana, donde se alcanzó la cifra de 30 mil millones de pesos (43,291,294.474 euros) destinada a la reconstrucción de las zonas afectadas por el seísmo y que demostró que la gente de este país sabe compartir.


Y si sus últimos días como Presidenta han sido muy duros, no menos lo será para el próximo Presidente, Sebastián Piñera, quien tendrá que trabajar mucho para que Chile vuelva a colocarse en el lugar donde se encontraba, como una nación emergente y consolidada.

Y todo esto he podido observarlo desde casa, delante de mi pc, a miles de kilómetros de distancia pero en tiempo real, gracias a esta tecnología que, a veces, se me escapa, pero que no cabe duda, nos acerca al mundo.

Ojalá, en tiempos no demasiados lejanos, podamos volver a disfrutar de estampas renovadas de tantos y tantos rincones chilenos a los que hoy, desgraciadamente, no les queda nada, solo gritar

“Fuerza Chile”

14 comentarios:

Economía Sencilla dijo...

Hola, María.

Ha habido en los últimos tiempos varias catástrofes naturales mayúsculas y muchas bastante importantes (de ello sabéis ahí en Canarias recientemente).

Además de lo que comentas, de cómo la tecnología nos mantiene informados, me llama la atención los contrastes sobre los efectos de los terremotos, siendo el de Chile de una fuerza muy superior, su efecto ha sido mucho menor que en Haiti, aunque mucho mayor que el de Japón. Al final, cuestión de dinero; y las desgracias, cebándose en los más pobres.

Por otra parte, lo de los terremotos puede ser que tocasen, cuestión de la tectónica de placas; ahora, el tiempo tan revuelto que tenemos (en los últimos tiempos, las continuas inundaciones en Andalucía, la intensa nevada de hoy en Barcelona, la tormenta perfecta del otro día...) ¿no tendremos algo que ver los seres humanos con el cambio climático?

Un abrazo
Pablo Rodríguez

Fernando López dijo...

Hoa María magnífica entrada. Esta, para mi es la buena globalización, la que permite estas interconexiones y cooperación entre la gente. Lo de twitter, que es lo que mas he seguido ha sido impresionante.
Por otro lado, si esto hubiese ocurrido en Canarias, creo que tienes la respuesta (auqnue la movilizacion habría sido superior por eso del dinero como en otros casos)

C oincido con Plablo en que quizás tengamos mucho que ver con lo que está pasando.

Me ha gustado mucho. Un beso

Katy dijo...

Hola María, buena entrada, buenos datos, buenas reflexiones. Madeira tambien quedó anegada y destrozada por al agua. En turquía tambien ha temblado la tierra. El hombre es posible que tenga su culpa porque también tiene la técnica y lña ciencia a su servicio y pone muy pocos medios.
Pero la naturaleza tiene sus leyes y estas catástrofes han ocurrido siempre. Lo que pasa es que ahora tenemos datos, mediciones y el Planeta está superpoblado. Pero cuando algunos los continentes desaparecieron, o los dinosaurios perecieron, no había tal acción del hombre y las catátrofes ocurrían.
Lo que es una pena es que sabiendo que se vive en zonas de riesgo no se tenga en cuenta esto a la hora de construir, y de planificar un poco para que estas catástrofes dejen el menos daño posible. Siempre nos coge de sorpresa. ¿Para qué los sismógrafos?
Un beso

María Hernández dijo...

Hola Pablo:
Desde luego, no hace falta ni siquiera recalcarlo, tratamos muy mal es nuestro planeta, pero él está ahí desde hace millones y millones de años y nosotros, los "maltratadores del ecosistema", apenas somos una brizna de paja en su ojo.
De sus movimientos poco sabemos; nos sobresaltan tormentas, nos atormentan terremotos, nos seca o nos inunda. Apenas podemos predecir con antelación y las alertas, a veces, ni llegan a pronunciarse.
Es muy posible que tengamos responsabilidad en aceleración de los procesos naturales, pero mucha más tenemos por traspasar sus límites, por creernos dueños de sus creaciones a lo largo de cientos de miles de años.
Construimos en los márgenes de los ríos y las costas, nos apropiamos de barrancos, taponamos lo que el tiempo cinceló durante miles de años y luego nos echamos manos a la cabeza diciendo "Dios mío, que desastre" cuando la Naturaleza toma lo que es suyo.
Tenemos mucha responsabilidad en los daños que provocan estos procesos naturales; el desastre es nuestro, la Tierra, simplemente, se mueve, como lo hizo siempre.
Un beso, Pablo.

María Hernández dijo...

Hola Fernando:
Estoy contigo, esta es la buena globalización, la que nos permite ayudarnos más allá de las fronteras y dentro de la propia en tiempo récord.
Si algo me ha sorprendido del desastre en Chile, ha sido precisamente el movimiento que ha generado a través de internet.
En Haití, teniendo la tasa de pobreza que tienen, es normal que este tipo de medios no fueran tan usados, ni requeridos.
Una desgracia como ésta lo es en cualquier parte del mundo, porque todas las vidas humanas tienen el mismo valor, ya sean haitianos, chilenos o turcos.
Y desde ya te digo que si un seísmo de esas características hubiera ocurrido en esta isla, el desastre hubiera sido colosal, y no hubiera quedado ni para semilla.
Un beso, Fernando.

María Hernández dijo...

Hola Katy:

Sin duda alguna, si lo ocurrido en Chile, que no podemos olvidar ha sido un terremoto de los "gordos", hubiera ocurrido en Europa estaríamos hablando de un desastre mucho mayor.
En Chile desde el año 1985 existen unos protocolos técnicos a la hora de construir muy exigentes respecto a los posibles terremotos. Desgraciadamente, en una zona muy tocada por el grueso del seísmo, vino a terminar de destruir el tsunami y para éso no hay protocolos, salvo los del aviso y ya ves como les fue.
Lo sorprendente es ver que edificios totalmente nuevos han colapsado, se han agrietado, no han aguantado lo que supuestamente deberían haberlo hecho y ahí vuelve a estar presente la irresponsabilidad del hombre.
Como bien dices, siempre han existido catástrofes y los asentamientos en zona de riesgo deben asumirlo. Japón está preparado, pero nadie puede librarlo de tener seísmos. Chile estaba preparado, pero no tanto como Japón y Haití, directamente, no lo estaba. De ahi las diferentes lecturas en cuanto a siniestralidad y mortalidad.
Hay gente que vive en zonas de huracanes, o poblaciones enteras bajo el efecto de los ciclones. Algunos pueden tener la posibilidad de "emigrar" a sitios más seguros, pero la gran mayoría no y se adaptan como pueden.
Cuando era pequeña y veía esas pelis americanas, con esas tormentas, huracanes y tornados, y la gente de las granjas corriendo hacia el sótano habilitado justo antes de salir sus casas volando, pensaba ¿por qué no las harán de cemento y ladrillos? ¿a esta gente nadie les contó el cuento de los Tres Cerditos?. Hoy comprendo el motivo de esas casas de madera, la adaptación a sus circunstancias, la "facilidad" con la que vuelven a levantar sus casas, casi, prefabricadas.
Eso es lo que deberíamos hacer todos, adaptarnos a la Naturaleza y no al revés. Ella estaba aquí primero y por edad, nos gana o dicho de otra forma, entre ella y nosotros, tenemos todas las de perder.
Un beso, Katy, gracias por tu comentario.

Josep Julián dijo...

Hola María:
Es un placer volver a verte por aquí en activo, pero seguro que tenías tus buenas razones además de las ya comentadas en tu entrada sobre Chile.
Chile siempre ha sido un país muy querido por mí, muy cercano desde la época de Salvador Allende que, a pesar de las décadas transcurridas, a mí me sigue pareciendo un hombre admirable. Todo lo que tiene que ver con Chile me resulta muy próximo emocionalmente hablando, así que lo del terremoto ha supuesto una preocupación grande.
Claro que no ha sido lo de Haití en términos de muertos pero sí superior en destrucción. Vivimos tiempos convulsos en los que parece que todo se junta como comentaba Pablo. Y sí, las redes sociales han demostrado ser de enorme ayuda aunque, naturalmente, mejor hubiera sido emplearlas sin ese hecho lamentable.
Un fuerte abrazo.

María Hernández dijo...

Hola Josep:

Mis "ausencias" no tienen otro motivo que T-Koso, pero no fue incompatible para seguir las informaciones desde Chile porque el sonido también nos llega a través de la red y si había algo que llamaba más mi atención, con levantar la vista era suficiente.

Yo no voy tan lejos como tú y mi "descubrimiento" de Chile, como destino que me gustaría visitar, ocurrió hace unos 11 años. A través de los periplos laborales de ese antiguo amigo "de red", aprendí parte de su geografía, de sus rincones, de sus "giros" en el habla y de su gente. Me fascinó desde el desierto de Atacama, al norte, hasta las nieves de Puerto Arenas, al sur.
Mi hermana y su marido hicieron realidad mi sueño y disfrutaron de su luna de miel en ese país. Sus experiencias, sus fotos y vivencias, durante un itinerario que los llevó de norte a sur, no hicieron más que mostrarme otros lugares y enclaves que me gustaría visitar, quien sabe si algún día. Ellos se enamoraron de Chile por lo que también les ha afectado esta desgracia, sentimentalmente hablando, como te ha ocurrido a ti.

En cuanto al papel de las redes sociales en este suceso, lo que me ha maravillado, y lo digo con todas las letras, ha sido la inmediatez con la que un medio de comunicación de este tipo, casi usado en la gran mayoría de los casos para relacionarse, digamos, de manera "desenfadada", cambió para ponerse al "servicio" de las personas, convirtiéndose en una red "social" de ayuda.
Indudablemente, hubiera sido mejor que siguiera siendo lo que era, sin mediar tanto desastre, pero, al menos a mi, me ha abierto un poco los ojos respecto a lo que la "interconectividad" puede tener de positivo en casos similares.

Todos los días se aprende algo (después de desaprender, claro :) ), y esta vez yo he aprendido que una vía de comunicación siempre es más positiva que el mejor de los silencios.
Un abrazo, Josep..siempre es un placer tenerte por aquí

Josep Julián dijo...

Hola María:
Ayer, después de escribir mi comentario di con una maravillosa ilustración sobre la ayuda a Chile que puedes encontrar en http://www.dosisdiarias.com/2010/03/vamos-que-podemos.html
Espero que te guste. También es un placer para mí saber de ti.
Un beso y con Chile en el corazón.

María Hernández dijo...

Josep, gracias, sin duda alguna la imagen ilustra uno de los lemas de estos días "Juntos, nos levantamos" ; esperemos que también refleje la realidad constante de este pueblo, mientras tenga que luchar codo con codo, para ver superadas estas adversidades.

Un beso

Anónimo dijo...

Hola Maleni
Después de tanto tiempo me acabo de encontrar con tu blog. Como sabes, te escribo desde Santiago, Chile, un hermoso y movido lugar por estos días.
Como es habitual en ti, la acertividad te persigue, y tu descripción de las situaciones hace de tu relato una descripción bastante certera de la situación que nos pasó.
Efectivamente estamos acostumbrados a los terremotos, y nuestra cultura sísmica nos permite cierta seguridad de las construcciones. Piensa que en Santiago no cayó practicamente nigún edificio, sòlo adornos y carteles, y un par de departamentos mal construidos por inescrupulosos, pero en general demasiado bien para un sismo escala 8,3. Para que te hagas una idea,es casi imposible estar en pie si no te sujetas a algo.
Lo malo fue la época...pleno cambio de mando presidencial. Luego de 17 años, una coalisión política le cede el mando a otra, y como comprenderás, la cabeza de todos los organismos estaban puestas en dejar 'la casa ordenada', y habían bajado las barreras de la precaución. Sólo basta enterarse que desestimaron un aviso de Tsunami, dijeron que nada pasaría...y era 8,8 richter en la zona...increible.
Pero ya estamos de pie, hace un par de horas vinieron a dos réplicas grado 6,2.- Nos desalojaron de las oficinas, lo habitual, y todos reclamaban pues habìan cosas que hacer, que el tiempo apremia, que no pasaba nada....
Pero no será el último, y estamos preparados, en horas se arman campañas de ayuda,todos ayudan a todos, se olvidan los colores polítcos y creencias...Chile ayuda a Chile reza el slogan, y vamos a hacerlo cumplir si o si.
Escuché ayer a un niño que dijo : 'suerte que fue en Chile y no en otro pais !!! se hubiesen caido todos los juguetes!! ' ... y esa es la idea, se cae un edificio y venga el nuevo, total sólo es material, la pena viene por los chicos que pasarán semanas de frio sin sus casas, viviendo en carpas y albergados...eso es la parte horrible, y la indignación de ver miles de toneladas de comida sin repartir por que un decreto no se firma...por eso somos solidarios, porque en 5 minutos se arman caravanas de autos saliendo a los lugares de catástrofe y repartiendo personalmente las cosas. No funcionan los organismos? no importa, estamos acostumbrados a que la política entorpezca todo, total, una vez conocí a una rubia en una fila entregando mantas que ni te cuento .... ESE FUE TERREMOTO !!

Un beso...muy bueno tu blog.

María Hernández dijo...

Vaya, vaya, ésto si que ha sido una sorpresa.
¡Qué bueno verte por aquí, amigo mío!. Nada mejor que tus palabras, como testigo directo de lo que acontece en Chile, para darle el mejor sentido posible a este post.
Primero, porque todos se encuentran bien.
Segundo, porque se demuestra lo que relaté; internet como vía de comunicación social en situaciones catastróficas.
Tercero, porque nos cuentas, en primera persona, como lo están pasando los chilenos, cómo es ese empuje que tienen y cómo van a salir adelante.
Y cuarto, has declarado públicamente que siempre te pones a la cola para recoger una manta, por si vuelves a tener la misma suerte, jejeje. Este punto también es importante, no perder el sentido del humor, el ánimo.
Me alegra mucho, de verdad, saber que uno de los puntitos que muestra mi "mapa" de lectores del blog, allá en Santiago, sea tuyo. Me pregunto por la suerte que habrán corrido otros lectores que el mismo mapa los situaba en "Concepción, Bío-Bío" y "Curicó, Maule", ambas zonas muy afectadas.
Según puedo ver en la web de datos sísmicos de EEUU, esta tarde han sido tres los seísmos localizados en la región Libertador O'Higgins de 6.9, 6.7 y 6.0 en un espacio de media hora, pero se han contado hasta 11 réplicas siguientes entre 4.9 y 5.8, hasta este momento (Aquí son las 00:42).
Te agradezco, enormemente, tu testimonio en este post; ha sido un aporte extraordinario.
Te mando mis mejores deseos para lo que está por llegar; muchos besos para tí y tu familia, sobre todo a las niñas, y mucho ánimo para los que tienes en las zonas afectadas.
Desde aquí, un abrazo "amigo y sentido" para todos los chilenos. Te hago responsable de su reparto.
Gracias por venir.

Pedro Bonache dijo...

Hola Maria, conociendote como te conozco y sabiendo en lo que trabajas tengo claro que tu nunca te desengancharás de las nuevas tecnologias, tardarás mas o menos en aprender a explotarlas, pero lo harás finalmente.
Esta vez ya has volado con la red buscando a ese viejo amigo tuyo, al tiempo te has empapado de toda la tragedia y del sufrimiento. La tecnologia nos ha ayudado pero en el fondo no sabemos hacia donde navegamos. En el fondo el hombre sigue siendo igual de frágil ante la naturaleza desatada y por otra parte uno nunca sabe si sería mas feliz no enterandose de todas y cada una de las desgracias que acontecen en el mundo, de todas formas esas desgracias e injusticias se siguen comentiendo pese a las redes sociales, pese a esa comunicacion "on line" permanente. Es la informacion por la informacion e insisto, me temo que esa informacion puede que termine desquiciandonos o convirtiendonos en benefactores del mundo a traves de la donaciones que se pueden hacer por la red..., sinceramente, no lo se, Maria, no lo se.
Un abrazo y un beso.

María Hernández dijo...

Hola Pedro:

Pues chico, no creas, hay cosas para las que me cuesta ponerme al día, tecnológicamente hablando.

En cuanto a lo que comentas de la información habría que tratar el tema desde, al menos, dos puntos de vista distintos: del que busca información por interés personal (en este caso, buscar a familiares, etc.) y del que, simplemente, gusta de saber que se cuece en el mundo.

Aunque he podido constatar que hay personas que son, aparentemente, más felices en su ignorancia (y lo respeto), personalmente prefiero "saber" y a ser posible desde diversas fuentes.
La información, que además de ser un derecho, es conocimiento. Conocer no está exento de sufrimiento, es cierto, pero al menos sabes a lo que te expones.
Si la información es una fuente de conocimiento, la concienciación es su fruto.
Hay tanto mundo, tantas cosas, que una vida es poco para aprender algo y poder decir "lo sé todo de ésto". Cuanto más conoces, más te alejas del absolutismo y más te sumerjes en la duda. Y la duda, amigo mío, dicen que hace caminar al mundo, porque ante ella te planteas nuevos caminos.
Las catástrofes, como esta de la que he hablado, son cosas de la Tierra, su lenguaje, su modo de expresión. Tal vez, el camino sería intentar comprenderla, en lugar de culparla y, sobre todo, no herirla.
Aún así, este post lo que pretendía exponer era esa otra "realidad", la de la ayuda aprovechando esta tecnología, tanto para buscar información, como para ofrecer.
No podemos evitar los terremotos, ni las lluvias torrenciales, ni las nevadas. Lo que sí podemos es conocer estos hechos y colaborar aunque sea colgando un par de links y "concienciando".
Tú lo haces cuando denuncias las malas actuaciones en materia urbanística de tu entorno y yo, si no fuera por éso, tal vez no me enteraría, porque la información necesita de fuentes y hay algunas que no les convienen que "broten".
Dicen que "la información es poder", pero justamente lo es cuando no se da, cuando se calla, cuando se silencia ¿por qué? porque la que brota y se extiende es la que conciencia y la que te saca de la ignorancia, que como todos sabemos, es la mejor herramienta del poder.
En fin, resumiendo, prefiero "saber", aunque me duela.
Un beso grandote, Pedro y mis saludos a Joa, como siempre.

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