9 de agosto de 2010

Sweet, sweet (I)


Hace algunas semanas, mi hermana me habló sobre una planta, llamada Estevia, y su gran poder edulcorante. Recordaba haber recibido un documento, hace tiempo, sobre esta “hierba dulce” pero no le presté la atención que merecía.

En esta ocasión me interesó de inmediato y busqué información sobre ella.

El ka'a he'ẽ, estevia o azúcar verde (Stevia rebaudiana) es una especie de la familia de las asteráceas nativa de la región tropical de Sudamérica; se encuentra aún en estado silvestre en el Paraguay, pero desde hace varias décadas se cultiva por sus propiedades edulcorantes y su bajísimo contenido calórico.

Aún me estaba interesando por sus orígenes y aplicaciones, cuando Luis me hizo llegar un vídeo de Josep Pámies, un agricultor catalán que, entre otras cosas, está intentando dar a conocer los beneficios de esta planta, pero, también, los impedimentos “mundiales” en los que está sumergida.

Josep es un agricultor de Balaguer y forma parte de una empresa agrícola familiar llamada "Pámies Horticoles S.L”. Por diversas razones, según nos relata en el vídeo, un buen día se le trastocó el chip y decidió cambiar sus técnicas de cultivo, las de la gran mayoría, para poco a poco recuperar la “naturaleza” de sus tierras y sus productos, volviendo a lo “tradicional” respetando el medioambiente. (Visita su blog).




 (El vídeo es un poco largo, pero merece la pena buscar un ratito para verlo)

Para conseguir que esta iniciativa llegue lo más lejos y al máximo de personas posibles, nació “La Dulce Revolución”. Esta asociación pretende, a través de internet, “compartir conocimientos sobre plantas medicinales y terapias naturales con el fin de redescubrir los tesoros que la madre Naturaleza posee para curar nuestras dolencias y para darnos la salud”, tal y como nos lo explican en su “Bienvenida” al blog.

En él, además de mostrarnos como podemos hacernos socios o voluntarios, ponen a nuestra disposición una “red” de agricultores que disponen de plantas, tanto de Estevia como otras, para que nos sea más fácil hacernos con una de ellas. Y si no nos encontramos cerca de alguno de estos puntos de venta, nos las pueden hacer llegar a nuestro domicilio.

Mi interés personal por esta planta parte de la diabetes. Padecí diabetes gestacional en mi embarazo y tengo antecedentes familiares de diabetes en toda la rama paterna, incluido, mi padre. Por tanto, tengo unas cuantas papeletas con “premio” aunque espero no tener que “recogerlo” durante mucho tiempo. La prevención debería ser mi arma para alargar mi salud todo lo posible, pero la alternativa de consumir los edulcorantes actualmente “permitidos” no me convence.

Algunas personas pueden que se estén preguntando “y si tan increíble es esta planta como edulcorante ¿por qué no la conocemos?”. Buena pregunta, es la misma que me hice yo.

Cuando a finales de los años ’60 en Japón fueron prohibidos algunos edulcorantes sintéticos (sacarina y ciclamato) por considerarse cancerígenos, el Ministerio de Agricultura, Recursos Naturales y Pesca de este país introdujo la planta de Estevia desde Paraguay con el fin de elaborar edulcorantes naturales. En la actualidad, la Estevia ocupa el 50% del consumo de edulcorantes en Japón.

Pero también se usa en otros países donde disponen de amplios cultivos y se consume legalmente desde hace muchos años como es el caso de Corea del Sur y China, así como en gran parte de Latinoamérica (Brasil, Colombia, Argentina, Perú…) y, sobre todo, en Paraguay, de donde es originaria.

En Europa, la situación “legal” de esta planta, para su uso en la industria alimentaria, aún está por resolverse. Cualquier alimento originario de otras procedencias culturales deben ser acompañado por la evidencia de su completa seguridad para la salud antes de ser aprobado para su consumo dentro la Unión Europea. Cualquier alimento con estas características debe ser catalogado como “novel food” y adecuarse a la regulación vigente y sólo el Comité Científico en Alimentación decide la aprobación de los nuevos alimentos.

Para librar esta batalla al frente de la administración europea, existen algunas asociaciones como EUSTAS (Asociación Europea de la Estevia) , una organización sin ánimo de lucro, en cuyos objetivos principales se haya conseguir la admisión de la Stevia rebaudiana como edulcorante ante el Comité Científico en Alimentación de la Comisión Europea.

El pasado 14 de abril de 2010, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, European Food Safety Authority), publicó su evaluación sobre la seguridad de la Estevia, dando su apoyo a las solicitudes presentadas. La evaluación ha sido enviada a la Comisión Europea, que estudiará si autoriza o no las sustancias en la Unión Europea para el uso propuesto. (Ver documento)

Así están las cosas en este lado del charco, pero ¿qué ocurre en Estados Unidos?.

En este país, un controvertido fallo de la FDA (Food and Drugs Administration) en 1991 prohibió su consumo, aunque no se adujeron razones para ello y varios de los responsables de la decisión dejaron poco después sus cargos en la FDA para trasladarse a la Nutrasweet Company (un fabricante de edulcorantes). El fallo cambió en 1995, y desde entonces  sólo se podía comercializar como suplemento alimentario. En 2007 las empresas Coca Cola y Cargill obtuvieron 24 patentes de la rebiana, derivada de la Estevia para endulzar bebidas y diversos alimentos. En diciembre de 2008 , la FDA dio una "no objeción" para su aprobación para Truvia (desarrollado por Cargill y La Compañía Coca -Cola) y PureVia (desarrollado por PepsiCo y el Whole Earth Sweetener Company ). (Fuente: Wikipedia)

Interesante ¿verdad?. Mucho "meneo". A lo lejos se puede oler el tufillo que dejan tras sí los grandes “intereses” que mueven los hilos de este mundo.

Pero ya será en el próximo “Sweet, sweet,” cuando pase de una “dulce” planta al “amargo” sabor de la química.

No se lo pierdan.

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