26 de octubre de 2010

1 + 1 = 2

Casi, casi, sin darme cuenta, han pasado ya dos años desde que inauguré este blog.

Este segundo año ha resultado ser diferente al anterior; menos posts, menos tiempo empleado en el mantenimiento, menos “musas” inspiradoras, todo relacionado con la falta de tiempo “real” para dedicarme a ello.

Pero, a pesar de todo, el número de visitas no sólo se ha mantenido, sino que ha aumentado (un poquito) respecto al año anterior. Celebraba el primer aniversario con algo más de 12 mil visitas y hoy festejo su segundo cumpleaños con más de 26 mil

Sigue pareciéndome increíble el que tantas personas hayan pasado por aquí, e incluso que algunos repitan. En este apartado se encuentran todos esos amigos-comentaristas, siempre atentos a cualquier cambio en el blog, siempre dispuestos a dejar unas palabras, aunque no les pague con igual moneda. Por mucho que tarde en publicar, no me olvidan, y siempre están ahí, aportando sus opiniones y enriqueciendo con ellas cualquier asunto que se haya tratado. No son obligatorios, pero cualquier comentario es recibido con alegría, como símbolo de reciprocidad, de comunicación.

Vaya mi agradecimiento, especialmente, a mis comentaristas más habituales; ellos son: Katy de "Pasitos Cortos" y otros, Josep Julián de "La Inteligencia de las emociones" , Fernando López de "Soul Business", Pablo Rodríguez de "Economía Sencilla" y Gloria de "Mamadameteta" ; nunca faltan a la cita.

Por hacer un poco de estadística, según los datos que aporta Feedjit, los posts más leídos en "el mundo mundial” han sido:

Si nos centramos en España, los más leídos son:

Muchísimos de mis lectores llegan desde América del sur y central; algunos me visitan desde América del norte. Lógicamente, también, de España y de otros países europeos. Como es natural, casi todos de lengua española.

A la vista del resultado, creo que tendré que poner el traductor más visible, para ser más accesible a otros posibles lectores. Alguno también se ha aventurado desde Asia, Oriente o países árabes. 

Tal vez, la visita más curiosa fue hecha desde un lugar llamado “Apo. Armed Forces Europe” que, con bandera de Estados Unidos, se mostraba en el Golfo de Guinea (África), por lo que a mi entender debe tratarse de una “base acuática militar”, o sea, ¡un barco!. Digo yo, porque un submarino ya sería la repera, aunque ¿quién sabe? porque solo fue visible en el mapa pequeño que aparece en el blog, en cuanto clicleaba para ver los datos, ¡plofff! , la visita se esfumaba y no dejaba rastro de su paso por aquí. Aún así, siéntase bienvenido Mister.

Para todos, en general, tanto si dejan su huella en este blog, como si no, GRACIAS por acompañarme durante este segundo año. Espero seguir teniendo tanta y tan buena compañía mientras alcanzo el trienio.

Al apagar las velas de esta tarta virtual, mi deseo es....

¡FELICIDAD Y MUCHA SALUD PARA TODOS!
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15 de octubre de 2010

¿Cuentos?...¡qué más quisiéramos!


Hacía mucho tiempo que los “Lobobank” rondaban por el  mundo, atemorizando a todo aquel que estuviera lo bastante cerca como para ser alcanzado por sus garras.

“¡Demasiado respeto!” – dijo uno de los miembros del clan – “El miedo solo genera  desconfianza y alejamiento  y lo que necesitamos conseguir,  para hacernos con el control total, es justo lo contrario: sumisión”

“¿Qué quieres decir?” – le preguntó otro miembro.

“Lo inteligente es dejar que se nos acerquen, que no nos vean como amenaza, sino como solución y cuando tengamos comprada su confianza, el planeta será nuestro”- continuó disertando el nuevo líder de la manada.

La situación no marchaba bien, era verdad, por lo que se convocó a todos los líderes del clan "Lobobank" a una reunión,  donde debatirían las líneas del nuevo plan de ataque mundial. Llegaron al encuentro todos los jefes de las grandes manadas, desde un lado y otro del planeta. El asunto a tratar era de suma importancia para sus intereses.

Después de muchas jornadas y deliberaciones firmaron el acuerdo. Desde ese momento, los Lobobank se vestirían con piel de cordero y se mostrarían al mundo como protectores y benefactores de la sociedad, estimulando una autoconfianza ficticia con total disimulo.

Con estos predadores “fuera de combate” o reconvertidos en hermanitas de la caridad, las cosas comenzaron a marchar de manera totalmente distinta e insospechada.

Y entonces, érase una vez tres hermanos: “Tonto Paja”, “Madero Seco” y “Ladrillo Man”, tan distintos entre sí como los guijarros de un río.

“Tonto Paja” era un verdadero vago. No quiso estudiar, no conservaba los empleos durante mucho tiempo, le gustaba la parranda y todo aquello que oliera a “sudor de la frente” le producía tal sarpullido y picor que se pasaba las horas abanicándose.

“Madero Seco” tampoco había sido un lumbrera, pero había logrado colocarse en una empresa y mantener su empleo de manera indefinida, aunque sin muchas alegrías. Se conformaba con cubrir sus necesidades básicas y darse algún capricho de vez en cuando. No aspiraba a nada más.

“Ladrillo Man” era el tercero de los hermanos. Desde niño  tuvo claro que quería dar un paso más allá, vivir sin tantas limitaciones, y para ello aprovechó, lo mejor que pudo, su potencial. Estudió, consiguió un buen empleo y logró colocarse en el camino que se había fijado.

Mientras tanto, los “Lobobank” ya habían empezado a tejer su entramado alrededor del mundo.

Un día,  “Ladrillo Man” invitó a sus hermanos a su nueva casa. Las cosas le habían ido muy bien, lo que le había permitido invertir sus ahorros en una residencia preciosa, de “ladrillo”, como siempre soñó. Su “Lobobank” le había dado todas las facilidades necesarias para poder hacer realidad su sueño, aunque nadie iba a negarle que había trabajado duro para conseguirlo.

Entonces, su hermano “Madero Seco” pensó: “Vaya, tal vez yo...no sé, igual puedo tener mi propia casa de “madera”. Iré a mi “Lobobank” a ver si con mi nómina me pueden financiar la parcelita y la casita prefabricada”. Dicho y hecho, su “Lobobank” admitió el crédito, aunque las cuentas estuvieran muy ajustadas y le supusiera estar con la soga al cuello pero, “una casa es una casa” pensó, regocijándose en su buena fortuna, porque nunca pensó que el “Lobobank” lo tomara en serio con lo poco que tenía.

“Tonto Paja” viendo que sus hermanos habían conseguido tener “un techo propio”, pensó: “Bueno, comprar, comprar, no, pero ¿y si alquilo un apartamento?. Ya lo estoy viendo: playita,  caña de pescar, cervecita,  total ¿cuánto me pueden pedir? ¿800, 900 euros? ¡Bah! eso con dos chapucillas y dos semanitas descargando containers en el puerto lo tengo asegurado. Y para la fianza de dos meses, pido un crédito rápido de esos de la tele y lo pago poco a poco”.

Y así, los tres hermanos consiguieron emanciparse del domicilio familiar; eso sí, no todos habían hecho el mismo sacrificio, ni habían trabajado de igual manera.

“Tonto Paja” estaba contentísimo con su apartamento playero, pero claro, sin un televisor de plasma, el fútbol, desde la terracita, no se ve bien. “Me voy al hiper a ver si consigo un plasma baratito para pagar a plazos”. Dicho y hecho. No le pusieron demasiados impedimentos, “hasta cobrando el desempleo se le puede financiar el televisor, caballero. Ud. pagaría una cuota mínima, muy cómoda, repartida durante 36 meses. Como verá, el que no compra es porque no quiere”- le dijo el dependiente. Y claro, “Tonto Paja” quería, vaya que si quería, ya se estaba viendo en la terracita, cervecita en mano, cantando los goles de su equipo. Durante apenas un instante, calculó: “a ver, alquiler: 800, préstamo fácil: 100, tv plasma: 50, ¡qué diablos! ¿y una de 42’’ pulgadas cuanto me saldría?”.

Mientras tanto “Madero Seco” empezó a ver los inconvenientes del hogar que había elegido. En invierno hacía un frío del carajo y en verano se asaba, literalmente, no tendría más remedio que instalar aire acondicionado. “No es un capricho, es necesidad”, pensaba mientras consultaba los presupuestos que había solicitado. ¡Una pasta gansa! “¿Cómo voy a pagar esto si ya con la hipoteca voy dando tirones?, no quiero más plazos, pero no me queda más remedio que ver si “Lobobank” me hace un arreglito”. Y esta vez, también lo consiguió, porque “Ud. ya tiene una propiedad y le sirve con aval, caballero”.

La situación de “Ladrillo Man” era distinta. Podía sobrellevar el pago de su deuda sin sobresaltos. Su trabajo estable, seguro y bien pagado le había permitido comprarse un coche, disfrutar de uno o dos viajes al año, rodearse de tecnología punta y comer y vestirse sin limitaciones. La vida le sonreía y él, agradecido, le devolvía el gesto.

Cuando los “Lobobank” del mundo volvieron a reunirse para compartir los resultados de su trama, decidieron que había llegado el momento de empezar a “soplar”, una vez que gran parte de los hermanos del planeta habían caído en sus redes, bajo el engaño del exceso de confianza.

Y eso hicieron.

Soplaron y soplaron hasta que todo empezó a tambalearse.

“Tonto Paja” no conseguía reunir, cada mes, el dinero suficiente para cubrir sus plazos. Primero dejó de pagar el televisor de plasma y empezó a llenarse de penalizaciones por impago, incrementando su deuda de manera gradual y sin pausa. Se unió el crédito personal. Más y más deuda, pero pensaba “Y ¿qué? Si no tengo nada ¿qué me puede pasar? Soy insolvente”. A los seis meses sin pagar el alquiler del apartamento, tuvo que abandonarlo. “¿Dónde me llevo el plasma ahora? Ah...a casa de “Madero Seco”, seguro que no le importa que me quede con él un tiempecito”.

A “Madero Seco” las cosas también empezaron a irle fatal. El interés de su hipoteca subía cada mes y sus dificultades para afrontarla iban en aumento. “En qué mala hora compré el aire acondicionado, con una buena manta y un ventilador hubiera podido escapar sin verme ahora con estos problemas”- decía mientras maldecía su mala suerte. En el trabajo tampoco le iba bien, estaban haciendo recortes de personal y temía que le tocara de un momento al otro. “Será mi desgracia”. Para colmo, se le había averiado el coche.

Aunque por un tiempo acogió a “Tonto Paja”, terminó por decirle que marchara a casa de “Ladrillo Man”, porque ya no podía ni darle un plato de comida todos los días, mientras los problemas se le multiplicaban como hongos. “Tendré que poner la casa en venta”- pensó, pero si no conseguía venderla, al menos, por el precio que había comprado, no podría saldar sus deudas. Así que pensó en alquilarla por un tiempo “ y consigo que se pague sola hasta ver si las cosas mejoran”. Tenía a su “Lobobank” pegado a la rabadilla, si por un casual no llegaba a tiempo de pagar la cuota mensual. “Señor Seco, lamento comunicarle que de persistir en el incumplimiento de pago en los plazos estipulados tendremos que acudir a instancias mayores, es decir, al Juzgado”. Al final consiguió unos inquilinos para su “casita prefabricada” y marchó con la cabeza baja a pedir asilo a casa de “Ladrillo Man”, mientras pensaba que tendría que seguir pagando un aire acondicionado sin poder disfrutarlo y, sobre todo, porque ese préstamo tenía como garantía su propia casa, ahora alquilada.

“Ladrillo Man” abrió la puerta de su casa a su hermano. ¡No podía dejarlo en la calle!. Ahora volvían a estar los tres juntos, pero por necesidad. Su “Lobobank” no había podido venir a soplar sobre su casa, aún,  pero tendría que hacer serios cambios en su economía: adiós a los viajes, restaurantes, ropa innecesaria. Tendría que ajustarse el cinturón, vivir de manera contraria a lo que había planeado para si mismo. ¡Me cachis, con lo que había trabajado para ello!”- pensaba, mientras sus hermanos, en la buhardilla que nunca amuebló, veían la final de España en el plasma de “Tonto Paja”, arrullados por el guineo de un ventilador que “Madero Seco” había aportado a la vida familiar.

Suerte que “Tonto Paja” y “Madero Seco” pudieron contar con “Ladrillo Man”; cuentan que en esta misma calle, un poco más arriba, los “Lobobank”, a base de soplidos, han aniquilado a varias familias y algún asesor, muy acertado,  ha dicho que “la tormenta perfecta” aún no ha empezado, pero será inevitable, porque está bien planeada y sobre terreno abonado.

Agárrense, muchachos, que viene el lobo y con hambre.

NOTA: Espero que a estas alturas alguien haya encontrado similitud entre lo que cuento y los Tres Cerditos y el Lobo Feroz. La idea surgió la otra noche, mientras le contaba el cuento a mi sobrino; claro está, el de “soplaré, soplaré y tu casa derribaré”. De momento, es muy pequeño para entender que “Lobobank” no es tu amigo, por más regalitos, tarjetas, créditos y otras lindezas que suele ofrecer. Y aunque suene a moneda desfasada, hay algo que uno nunca debería olvidar “Nadie da duros a cuatro pesetas y si te lo ofrecen así, te están engañando. No seas “Tonto Paja”.
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12 de octubre de 2010

Pensión "Baby-Boom" (3***)


Hoy repito con noticias de “prensa”.

"La CEOE insiste en la urgencia de la reforma de pensiones".

El titular también añade:  “Para que España gane "credibilidad" “Es partidaria de un aumento "sustancial" del periodo de cálculo de la pensión y de alargar voluntariamente la edad de jubilación”.

Dejando atrás que aquí se pretende reformar todo menos lo que mueve el dinero, (y ahí lo dejo), me gustaría centrarme en un hecho del que nadie habla, pero que nos afecta a muchos y a otros que vendrán después.

A día de hoy, cuando todas las reformas están tocando al conjunto de los trabajadores y donde al parecer poco o nada podemos alegar, me pregunto si habrá alguien que plantee la necesidad de cambiar también la mentalidad empresarial de este país.

Ahora, pasado el gran recorte de derechos que hemos sufrido, le toca el turno a las pensiones y también aquí, la CEOE tiene una gran cantidad de cosas que pedir (y a la vista del resultado de la Reforma Laboral no me extraña nada que tire a lo alto, igual les vuelve a tocar “el gordo”).

Otra noticia, fechada en abril pasado, nos alertaba con el siguiente titular:

Continúa la noticia diciendo:

“El número de parados mayores de 45 años ha superado por primera vez en la historia la barrera del millón, hasta situarse en 1.038.500 desempleados a cierre de 2009, según un informe elaborado por la patronal de grandes empresas de trabajo temporal (Agett)”.

“Desde que se inició la crisis, la tasa de paro de los trabajadores mayores de 45 años se ha duplicado, pasando desde el 5,9% del tercer trimestre de 2007 al 13,4% en el cuarto trimestre de 2009”.

Pero si consultamos los datos del segundo trimestre de 2010 (anexo de tablas) que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), nos encontramos con los siguientes datos:

                   AMBOS SEXOS

4.645,5
                  De 16 a 19 años

255,8
                  De 20 a 24 años

615,3
                  De 25 a 54 años

3.413
                  De 55 años y más

361,1
 
(que se entienda: Total: 4.645.500 parados; 3.413.000 entre 25 y 54 años)

Desconozco cual ha sido el criterio utilizado para crear estos intervalos de edad, pero no deja de resultar curioso el más "abultado" de todos, algo así como "el cajón desastre".

De 16 a 19 : 4 años
De 20 a 24: 5 años
De 25 a 54: 30 años
De 55 años y más: 10 años (o más)

Más curioso es aún  cuando sabemos que por “costumbre” y por “bonificaciones” el parado de 45 años marca un antes y un después ante la posibilidad de acceder a un empleo.

¡Qué raro que no hagan un intervalo a partir de los 45!, ¿verdad?. Será casualidad.

No deberían sorprendernos que la tasa de paro en la población de más de 45 años suba, lo seguirá haciendo en los próximos meses o años.

¿Por qué?

-Porque los de 40-45 años somos muchos, no en vano formamos parte del “baby-boomde los años 60 y 70. Los mismos que hicimos rebosar las aulas de los colegios, llenábamos el cupo del Servicio Militar  o colapsamos la educación universitaria.

-Porque con la nueva Reforma Laboral aquellos que lleven una cantidad de años trabajando en una misma empresa se han convertido en los candidatos perfectos para engrosar las colas ante las oficinas de empleo. Con  solo “alegar” que “el futuro será incierto”, los empresarios pasarán de pagar indemnizaciones de 45 a 20 días por año trabajado. ¡Menos de la mitad! Un chollo. Sin duda no dejarán escapar la oportunidad, por si acaso “cambien la Ley”.

Y ¿entonces?

Entonces será cuando el sistema se colapse de nuevo, teniendo una tasa de paro entre los mayores de 45 años nunca vista en la historia y, si los “gustos” empresariales continúan siendo los mismos que hasta el momento, encontrar una solución será imposible.

Y para complicar más el asunto, ya se habla de aumentar de 15 a 20 los años necesarios para el cálculo de la pensión y, por si fuera poco, ampliar la edad de jubilación legal de los 65 a los 67 años.

Veamos en la ilustración cuál es la situación en la actualidad.



Pongamos como media general que un ciudadano empezó su carrera laboral a los 25 años, como muy pronto (hoy, incluso, ocurre mucho más tarde).

A los 40, si ha tenido la suerte de poder trabajar a jornada completa y sin períodos de paro, habrá logrado cotizar 15 años. (La mayoría de las veces son muchos menos).

Pero con 40 ya es “viejo” para las empresas, aunque aún le falten 25 años para alcanzar la edad de jubilación legal actual; 25 es mucho más que lo que lleva trabajado hasta el momento.

Y el que no se lo crea que busque y lea algunas de las pocas ofertas de trabajo que se publican hoy en día.

¿Quién va a emplear a los miles de “cuarentones” que van a quedarse sin empleo en los próximos meses al “amparo” de la Reforma Laboral?

Lo que no debe hacerse es pretender aumentar los años de cotización y la edad de jubilación legal bajo la premisa del incremento previsto de la esperanza de vida y se olvide que, también, ha cambiado el modelo de sociedad en estas últimas décadas.

Los padres y  madres (pocas) de los “baby-boom”  comenzaron a trabajar muchísimo antes que nosotros; con otras precariedades, cierto, pero también con menos tiempo exigido para cobrar sus pensiones. Y también formaron familias a edades más tempranas.

En las últimas décadas el asunto cambió.

-La formación se alargó considerablemente, siendo completamente normal traspasar los 25 años con los libros bajo el brazo.
-La incorporación al mundo laboral, de ambos sexos, se incrementó hasta el final de la veintena.
-La formación de familias o la independencia de ellas  se ha pospuesto hasta pasados los 30 años, de manera habitual.
-Es muy normal que las familias “de 40” de hoy  estén criando a niños de Primaria, que con mucha  suerte celebrarán su graduación universitaria (o lo que sea) con la misma comida familiar que celebrarán sus padres su jubilación.

¿Y somos ”viejos”  para trabajar?.  ¡Qué raro! Porque según “el incremento previsto de la esperanza de vida” estamos hechos unos chavales, al menos para cobrar jubilación.

Y para rematar, otra declaración extraída de la misma noticia que abre este post.

"El sistema debe incentivar los años de trabajo, no el mero acceso a una edad, de forma que largos periodos de cotización sean el elemento primordial que dé lugar al derecho a la prestación", asegura la organización empresarial, que insiste en que, de manera complementaria a esta medida, se apueste por el retraso voluntario e incentivado de la jubilación.

A ver, dos más dos igual a cuatro ¿o no?  ¡¡¡Qué alguien me lo explique, por favor, que la suma no me cuadra!!!

Mañana no pienso leer noticia alguna. Grrrr.
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7 de octubre de 2010

En ti vi: narcisos

Hace unas semanas, leí un titular que, cuando menos, me pareció curioso: “El crédito fácil crea una “epidemia de narcisismo” en EE.UU.”.

A esta conclusión llegaron Jean Twenge y Keith Campbell, autores del libro “The Narcissism Epidemic: living in the Age of Entitlemen” (2009) observando el comportamiento de parte de la población norteamericana, en estos últimos años.

Estas son algunas cosas de las que pueden leerse en dicho artículo.

"Hasta hace unas décadas, si usted quería una casa pero no ganaba lo suficiente, mala suerte, no podía comprarla…”

“…Su nivel de vida, así como su imagen, estaban limitados por su riqueza real"

"Pero entonces llegaron los préstamos baratos, los créditos en los que sólo había que devolver el interés, las hipotecas sin entrada y las tarjetas de crédito para todo el mundo…".

"Parecía estupendo. Todos conseguían sus juguetes caros y las casas que siempre habían deseado, y sin tener que esperar. Así, muchos vivían como la aristocracia que creían ser, incluso si no tenían cómo pagarlo"

"La disponibilidad de crédito fácil permitió que la gente presentara una imagen muy inflada sobre su éxito, tanto hacia sí mismos como a los demás".

Según los autores, ésta, entra otras, ha sido causa del incremento “narcisista” en su país, cuya definición por la Clínica Mayo es: “Una patología mental en la que se tiene una idea exagerada de la importancia de uno mismo y una profunda necesidad de ser admirado, además de una escasa consideración por los sentimientos de los demás"

Además apuntan: “El narcisismo está por todas partes": ropa para bebés con la inscripción "soy especial", competiciones deportivas escolares donde se otorgan trofeos, simplemente, por participar para que todos se sientan "ganadores" y adultos que publican cada detalle de su vida en Facebook, etc.”. “Hay más narcisistas que nunca, y quienes no lo son se dejan seducir también por el culto al aspecto físico, la idolatría hacia los famosos y la búsqueda de notoriedad".

Identifican cuatro causas: los padres, que hinchan el ego de sus hijos con elogios excesivos; los medios de comunicación, que presentan como normales conductas narcisistas patológicas; internet, que hace posible un exhibicionismo sin precedentes; y por último, la burbuja crediticia.

"El boom de crédito fácil, que comenzó en los 90 y terminó de manera espectacular en 2007-08, permitió a la gente aparentar que estaban mejor de lo que realmente estaban"

"La inflación del crédito lleva a la inflación de la imagen de uno mismo y alimenta el sentimiento de que se tiene derecho a todo, porque se consigue lo que uno quiere sin pagar".

"Lamentablemente, comprar bienes lujosos a crédito para creerse importante es como fumar crack para subirse el ánimo: una solución rápida y barata, pero que sólo funciona al principio. A largo plazo te deja deprimido y sin un duro".

Pues bien, cuando leí la noticia no fui más allá de pensar que no sólo en EE.UU está ocurriendo esto, sino que es una “epidemia” muy bien extendida (e intencionada) y que en España debemos tener una concentración de “narcisos”, de tal calibre, que si tuvieran “olor” estaríamos perfumados todo el rato. Ni siquiera pensaba escribir sobre esto, porque lo de “vivir por encima de nuestras posibilidades” ya está muy trillado aunque sea tan cierto que duela. Pero…se me cruzó el demonio en el camino y aquí estoy, que aún no salgo de mi asombro.

Les cuento.

La otra noche perdí el sueño; no sé donde marchó, pero no estaba en mi casa. Intenté buscarlo entre mis manualidades y el sonido de fondo de la televisión, que “casi” nunca veo, pero fue inútil. Igual de inútil que tener “tropecientos” canales de TDT pasada la medianoche, porque lo único que proliferan son “adivinos” y los “¡Llama, tonto, más que tonto!”.
Al final, y después de mucha flecha arriba y flecha abajo (del mando, se entiende), algo llamó mi atención en MTV; un grupo de chicas quería transformarse en un verdadero equipo de “super-animadoras-volteretistas” de su colegio. El programa se llama “Made ¡Quiero cambiar!” y para conseguirlo, los protagonistas serán ayudados o entrenados, durante un periodo de tiempo, por un personaje relevante (aunque sea en su pueblo) dentro del tema que traten, hasta alcanzar el objetivo. En este caso, el tutor sería un entrenador nacional de “super-animadoras-volteretistas”.
A las pobres chiquillas les costó lo suyo ponerse a tono; mucho entrenamiento (al más puro estilo de peli-merikana del ejército: “Si tienes que vomitar, vomita”, “No vengo a perder mi tiempo”), y mucho esfuerzo. Al final, consiguieron “lucirse” delante de todo el público que asistió al partido, al fin y al cabo ése era su objetivo: obtener la admiración.
A continuación, sin pausa, dos grupos de acaudalados jóvenes me van a enseñar sus super-casas. Este programa se llama “Teen Cribs” y si el traductor de Google no me ha engañado significa “Cuna de adolescentes”. ¡Lo flipas en colores!: auténticas salas de cine, con butacones reclinables, pantalla gigante, máquina de palomitas, dormitorios del tamaño de mi piso (o más), cocinas grandes, grandes, donde las neveras son como mi armario ropero, salones imposibles, salas de juegos con billares, futbolines, pantallas de plasma, baños inmensos, ascensores, piscinas, campo de golf, pistas para tenis, baloncesto, etc., coches de alta gama. No les falta de nada….que se pueda comprar.

Eso sí, a juzgar por el orden y limpieza de las cocinas, a mi me da que en esas casas nunca huele a café recién hecho. Igual me equivoco.
Además de las salas de cine y las dimensiones desproporcionadas de todo, existen dos cosas que comparten las dos familias; del interior, solo nos enseñan las habitaciones de los jóvenes y las estancias comunes de la casa; nunca las habitaciones de los padres. Y por otro lado, la idea-concepto-filosofía, de éstos últimos, de “haber creado un hogar donde sus hijos quieran volver”, pero eso sí, hasta que llegue ese momento prefieren que “sus amigos vengan a casa, así siempre sabemos donde están nuestros hijos”.
No sé yo si esta teoría funcionará, porque aunque la jaula sea de oro, no deja de ser una jaula; te ves fuera de ella y en lo menos que piensas es en volver aunque eso signifique que tengas que olvidar “el oro” para vivir de “la plata”.
Y para rematar mi sesión nocturna de televisión, porque sin ganas de más me quedé: "Super Dulces 16”.
¡Por todos los diablos calvos! No se puede ser más…más….más…no tengo palabras. Prueben y vean, si no lo han hecho aún.
Unas crías “malcriadas”, abusadoras y maltratadoras de todo lo que no gire a su ritmo y a su aire. Se supone que preparan su fiesta de “los 16”, pero el resultado es increíble. ¿Qué es lo que vende este programa?, ¿lujo extremo?, ¿actitudes caprichosas?, ¿moda?, ¿malcriadez?, ¿soberbia?, ¿egoísmo?, ¿hipocresía?.

Si el exceso de dinero "cría" hijos como éstos, “virgencita que me quede como estoy”.

Viendo programas de este calibre, donde te enseñan que en un plazo máximo de 40 días de trabajo (no vayas a herniarte) puedes llegar a ser “admirado”, donde te muestran, casi con desdén, una casa en la que sólo falta lo que no se puede comprar con Master Card y donde por tener “eso” que quiero, sea como sea, “Maaaaa ----- tooooo” ¿qué esperan tener?, ¿amargados de por vida?, ¿envidiosos patológicos?, ¿delincuentes compulsivos?. En el fondo es lo que interesa ¿verdad?.

No es que odie la televisión, pero la otra noche, “En Ti Vi” algo que no me gusta: manipulación.

Lo malo del caso es que cuando no es “en ti”, es en “aquel”, pero la manipulación existe siempre. El asunto da para pensar, ¿a que sí?.
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