20 de julio de 2009

La Luna y yo



Pues si, hace 40 años, allí estaba yo también, con apenas 7 meses de edad, entre biberones y purés, pero no me enteré de nada.


Mis padres recuerdan el momento. Aún no había televisión en casa y Doña Ascensión, la esposa de Don Pedro, el fotógrafo, nos invitó a la suya, un piso más abajo, para que mi familia también pudiera ser testigo de las imágenes que llegaban del "primer hombre en la Luna", aquella noche calurosa del verano de 1969.


Sin duda, tuvo que ser un gran acontecimiento del que se estaría hablando durante semanas, pero como era tan pequeña, no me enteré.


Y crecí un poco hasta ser consciente de su existencia allí arriba, en el cielo, desde aquel "observatorio doméstico", que era la gran azotea que precedía al ático donde pasé mis primeros años.


Algunas veces se mostraba grande y blanca, tanto que parecía que podía tocarla con mis manos. Otras, se tornaba lejana y pequeña, como los barcos que se alejan en el mar. Algunas otras, era escurridiza y traviesa, jugando entre las nubes. Pero siempre, misteriosa, colgada en el infinito, mostrando su sonrisa y, a veces, colores distintos.


Luna llena, luna nueva, creciente, menguante....las cuatro lunas, todas la misma y tan cambiante; La luna de ir a dormir, la luna de verano, la luna de los cuentos y las canciones, la luna de mis sueños.


Pero un día, en el colegio, me enteré, casi por casualidad, que dos señores, uno llamado Armstrong y otro, Aldrin, habían pisado la Luna unos años antes. Casi no me lo podía creer "¿en serio?" . Llegué a casa un poco contrariada. "Pero ¿cómo es posible que no me enterara de una cosa así?".


No tardé en hallar la respuesta. No me había enterado porque apenas tenía 7 meses cuando aquello sucedió y lo que para Armstrong fue "Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad" para mi no supuso más que "una vuelta más a mi chupete".


"Estuve allí", pero no me enteré.

4 comentarios:

Economía Sencilla dijo...

Bonito y sencillo homenaje a la Luna...

Por cierto, viendo la curiosa foto del bebé-luna, ¿sabéis que leí el otro día una teoría -es la primera vez que tenía noticias de tal cosa- según la cual la Luna es un trozo de la Tierra, desgajado hace miles de millones de años por el impacto de un planetesimal contra la Tierra?

Y luego está el famoso debate de si llegaron realmente o fue un montaje... La cosa da mucho juego... igual que la cambiante Luna, que como dices, unas veces la vemos grande y de un hermoso color blanco, otras color crema, pequeña, se esconde...

Un saludo
Pablo Rodríguez

Josep Julián dijo...

De ese día me acuerdo como si fuera hoy. Estaba veraneando en Mallorca en casa de mis tíos y al mismo tiempo que veíamos en la tele el alunizaje mis primas mayores estaban escuchando "la otra noche bailando estaba con Lola" de los Brincos mientra los demás les echaban la bronca. ¡Qué tiempos!
Saludos.

María Hernández dijo...

Pablo Rodríguez:

Yo no sé si fue un montaje o realidad, lo que no me queda claro es si el poner "el pie", físicamente, en la Luna era tan necesario. Alguién podrá decir, "mujer, la cantidad de avances que llegar a la luna nos ha traído", pero ¿si no hemos vuelto? tal vez no era tan importante..digo yo... O ¿acaso con "tocar la Luna" pasó lo mismo que ocurre con algunos sueños? que en cuanto se hacen realidad, perdemos el interés?.
El caso es que han pasado 40 años y ahí sigue, colgando cada noche en el cielo, sin que la molesten demasiado. ¿Sería mucho pedir pasar otros 40 más soñando con "recibir o dar" la Luna "blanca y pura"????
Saludos, Pablo.

María Hernández dijo...

Hola Josep Julián:

El mini-relato de tu día de autos se merece una banda sonora especial, acorde con los tiempos...de antes:

"Me lo dijo "Pepe"....que estuvo en Mallorca"

Jejeje.. ¡Qué tiempos! sí, señor.

Saludos, Josep Julián.

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