11 de mayo de 2010

Vacaciones ¿en el mar?



Esta mañana, parte de los canarios, nos hemos despertado con los aeropuertos cerrados. La nube de cenizas que ha arrojado ese volcán islandés, cuyo nombre nadie recuerda con exactitud, se ha acercado a nuestro espacio aéreo y las autoridades pertinentes han hecho lo que tenían que hacer: cerrar el cielo, o más bien dicho, las entradas hacia él.

No es una noticia que sorprenda a nadie porque el caos que ocasionó el pasado 15 de Abril en los aeródromos mundiales fue espectacular. A partir de entonces y a expensas de la climatología reinante, distintos aeropuertos se han visto afectados por el cierre del espacio aéreo, según se acerca la nube de cenizas.

Pero claro, esta vez tocó aquí y ya se sabe, no es lo mismo “allí” que “aquí”, ya no solamente porque "cuando me toca a mí es distinto”, sino que el motivo real existe; se llama insularidad y se traduce, básicamente, en que la gran mayoría de los desplazamientos “largos” hay que realizarlos en avión, porque, obviamente, no tenemos ni carreteras, ni vías férreas que conecten las islas entre sí y, muchísimos menos, con la península.

Por tanto el problema es cuando menos escamoso y si encima le unimos la cantidad de turistas que se quedan “en tierra”, la cosa se complica.

No es extraño, por tanto, que este hecho ocupara gran parte de las noticias del día. Todos los informativos han tenido algo que decir y que contar.

Lo que sigue sorprendiéndome es la reacción de algunas personas, ofuscadas por su mala fortuna, pero con escasa capacidad para entender que estos fenómenos no son caprichos ni de las compañías aéreas, ni de las autoridades competentes. Existen razones para no volar: existe riesgo para tu vida y no un riesgo cualquiera.

Y el caso es que TODOS nos podemos ver en una situación similar a corto o medio plazo, porque esta erupción no es algo como un incendio que, tarde o temprano, se puede atajar. Terminará cuando quiera, ni antes, ni después.

La penúltima vez que el volcán Eyjafjallajökull entró en erupción fue en 1821 y se prolongó hasta 1823. Lógicamente, no provocó ningún caos aéreo en esa ocasión, porque aún no nos paseábamos por el cielo, de un lado al otro. Pero este dato nos da una ligera idea de lo que se nos puede avecinar durante un largo periodo; cancelaciones de vuelos, espacios aéreos cerrados, colas interminables, planes rotos, etc., etc.

También ha ocurrido en otras ocasiones en otras zonas del mundo, sólo que esta vez, está ahí, en Islandia, cerquita de nosotros, a vuelta de nube.

Si nos damos un paseo por la página de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y buscamos Observación” --- “Satélites” ---- “Masas de aire y pinchamos en reproducir la secuencia, se reconoce fácilmente la columna de humo que se origina en el sur de Islandia. Ahí está, sin parar, lanzando cenizas al espacio.

Pero ¿será verdad que esta nube es tan peligrosa como la pintan?. Para intentar entender qué le puede ocurrir a un avión que se tope con una nube de estas características, me dediqué a “bucear” en la red y encontré un documento en la página de la Administración Nacional de Aviación Civil de Argentina que no tiene desperdicio. Se titula “Las cenizas volcánicas del Popocatépetl y sus efectos para la aeronavegación e infraestructura aeroportuaria”. Pero no sólo se refiere a este episodio concreto; también realiza un repaso a otros episodios similares acaecidos en otros lugares del mundo. Muy interesante es conocer ¿qué pasó con el vuelo 867 de KLM? Procedente de Ámsterdam y con destino a Tokio, a su paso por Anchorage (Alaska) en 1989 se topó con una nube de cenizas volcánicas generadas por la erupción del volcán Redoubt de Alaska. En pleno vuelo sus cuatro turbinas se pararon. (Pincha sobre el título para acceder al documento).

Tras leer el documento en cuestión y para evitar caos aeroportuarios, creo que para las vacaciones de este año no estaría nada mal hacer las reservas en un bonito crucero. ¿Quién te lo iba a decir? Un volcán de nombre impronunciable será el responsable directo de tus “Vacaciones en el mar”.

O eso, o un destino al que se pueda llegar por carretera.

9 comentarios:

Economía Sencilla dijo...

Hola, María.

Aunque es un incordio, y puede llegar a entenderse, siempre me ha llamado la atención cuánto se queja la gente (contra el Gobierno, las compañías aéreas, o contra quién sea) cuando suceden cosas de este tipo, que como bien dices, no sólo son imprevisibles, sino que son difíciles de solventar.

Según leí en esos días, las cenizas, además de poder entorpecer las turbinas, tendrían un efecto tipo piedra-pómez capaz de desgastar diversas partes de aparato (hay que pensar en los millones de partículas en suspensión, algunas de unos cuantos milímetros de diámetro), con lo cual el peligro es real, y más vale exagerar un poco la prudencia (que no es así) que no querer volar cuando no se puede (no hay más que ver las cintas que se han difundido estos días sobre el accidente de hace un año en Madrid).

Lo que no cabe duda es que el fastidio es mucho mayor para quienes vivís en una isla, ya que el avión es un medio habitual de transporte, pero... no queda más remedio. Si yo fuera el afectado, preferiría no volar hasta que la situación no fuese buena (aunque la verdad, tampoco es que me guste mucho volar :-)

Un abrazo
Pablo Rodríguez

Fernando López dijo...

Hola María:

Buen post. Como coincidis pAblo y tu, aqui ni las compañias aéreas ni el gobierno tiene culpa de nada El problema es que no entendemos muchas cosas y si, además , hay un componente económico en ello el fastidio es doble y despotricamos contra todo.

Debemos aprender a convivir con estas situaciones y hacernos a la idea de que no todo sale bien

Interesantes los artículos que dejas. Muy bueno el post.

Un beso y feliz miércoles

María Hernández dijo...

Hola Pablo:

¡Cuánta razón tienes! parece que todos tenemos un MBA en "Quejas Generales" y todo lo que no nos venga de perlas es suceptible de crítica y no muy constructiva, que digamos.
Respecto a los daños que pueden provocar dichas cenizas, son muchos y variados, tal y como se desprende del documento que recomendé.
Desde la comodidad de mi sofá, durante los días del "gran colapso aéreo" y escuchando las quejas de muchos pasajeros se me ocurrió un plan "loco". Que cada compañía aérea sacrificara uno de sus mejores aviones, que entre ellas se repartieran los destinos más habituales y que ofertaran GRATIS el vuelo a los "voluntarios" que quisieran despegar hacia sus destinos, dejando muy claro que debido al gran riesgo de accidente y siendo el vuelo voluntario no habría posibilidad de indemnización en caso de siniestro.
A ver cuántos de los "quejosos" se apuntaban al vuelo peligroso.
Y es que no hay que confundir el tocino con la velocidad. Verdad que es un engorro, que depende de las circunstancias que rodeen tu viaje puede resultar muy perjudicial, que se pierde tiempo y dinero, pero ¿y el riesgo de perder la vida?, ¿hay comparación posible?.
Y tampoco podemos olvidar que cerrar el espacio aéreo provoca muchas pérdidas de "dinerito" y éso solo se entiende si la relación "riesgo/beneficio" es negativa. Tú lo has comentado, ahí está el siniestro que acabó con muchas vidas en año pasado, muchos de ellos paisanos míos. ¡Cuánto hubieran dado por que le hubieran prohibido volar!. "D. Dinero" es asquerosamente "imprudente" y, a veces, mata.
Un abrazo, Pablo, gracias por "volar por mi espacio", jeje.

María Hernández dijo...

Hola Fernando:
Justamente lo que dices, asumir esta situación y acostumbrarnos a vivir con ella. Hoy nos tocará, mañana no, pero sin desesperar.
Peor están los habitantes del sur de Islandia, con todo lleno de cenizas con lo perjudiciales que son.
Tal vez, una cosa que si es justa que se pida es una mejor colaboración entre todos y mayor información para los que se vean afectados. Un plan de actuación más coordinado, más "europeo" y que permita alternativas si las hubiese, independientemente de la compañía que tuvieras contratada; ¿que hay que ofrecer comida y alojamiento porque la normativa lo dice? pues que sea para todos por igual. ¿Qué cuando se restablezcan los vuelos habrá un orden de preferencia por horas de retraso? que se respete. ¿Que se pueden dar otras alternativas, vuelos a otros destinos y transporte por carretera o tren hasta el destino final? que se ofrezcan.
No nos olvidemos que ésto es un negocio y si no lo cuidan puede ser que los clientes busquen otras alternativas, porque antes que el avión existió la rueda y a lo mejor le volvemos a coger el gustillo de "rodar" con otros tiempos.
Un beso, Fernando, feliz miércoles.

Katy dijo...

Jeje nunca mejor dicho, ¿vacaciones en el mar? Me han invitado unos amigos a pasar unos dias en Estepona y esta lloviendo casi siempre. El sur ya no puede presumir de 360 días de sol. ¿Será el volcán? He leído tu post y me ha encantado. Estoy un ordenador prestado por unas horitas y solo pasaba a saludarte hasta mi vuelta.
Besos.
Al mal tiempo ya sabes :)

María Hernández dijo...

Hola Katy:

Ya me parecía a mi que tus blogs tardaban mucho en tener contenidos nuevos.
Así que en Estepona, eh?. Málaga es mi segunda "tierra", fue mi hogar durante 13 años y guardo recuerdos muy intensos, en todas las variantes.
Espero que a pesar del tiempo disfrutes mucho, no dejes de comer algún "pescaíto frito" (mi debilidad era la rosada, pero todo está muy bueno). Eso sí, con un poco de solecito, en un terraza frente al mar, sabe mejor, pero si piensas que en el norte se aproximan nieves, estarás encantada, jeje.
Muchos besos, Katy y que lo pases muy bien. Ya nos contarás porque ¿te habrás llevado la cámara de fotos, no?, jeje.
Besos.

Pedro Bonache dijo...

¿Que tal Maria...?, me ha gustado este post y los aportes documentales que haces. También la reflexión sobre esa erupcion al compararla con un incendio..., es la naturaleza y sus ritmos, nosotros estamos en medio y parece que nos "joroba", cuando es lo normal. A estas creo que hay muchas personas que olvidan que realmente flotamos en un mar de magma sobre el que navegan los continentes.
Quizás concebir La Tierra como lo que es, un ciclopeo volcan sumergido es algo dificil de asimilar para ese homo que cada vez se cree mas Dios, mas inmortal, mas omnipoderoso..., hasta que nos pica una abeja y entonces....

Josep Julián dijo...

Hola María:
Tiene gracia que una de las fuerzas de la naturaleza venga a sumarse a este caos económico y a provocar nuevas pérdidas. En estas circunstancias y como estamos todos tan quejosos pues llega un punto en el que la gente no distingue.
Recuerdo unas vacaciones en la que me fui de camping a Francia y al llegar se desató una tromba de agua impresionante, así que no podía montar la tienda.
Me fui en busca del encargado y le pregunté si él sabía cuánto duraría la tormenta y el tío se lo tomó por lo literal y me contestó que lo sentía pero que no tenía el número de teléfono de Dios.
En fin, a perro flaco todo son pulgas.
Un beso.

Jaime dijo...

Quiero colaborar..La verdad que las vacaciones en los cruceros son increibles.
El verano pasado nos fuimos con toda la familia al MSC cruceros y todos la pasamos re bien. Hay actividades para los chicos, los adolescentes, adultos y para los mayores. Nos encontrabamos a la noche para cenar y durante el día los chicos jugaban y nostros descanzabamos, totalmente recomendado.

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