2 de febrero de 2009

La unidad de medida de mi ignorancia



Anoche, mientras veía el programa Redes, de Eduardo Punset, me enteré que existe una unidad de almacenamiento de información que se llama petabit y que es equivalente a 1.000.000.000.000.000 bits, muy por encima del gigabit y terabit que ya conocemos. Pero mi sorpresa va en aumento cuando al buscar información al respecto, resulta que existen tres unidades más por encima de ésta: exabit, zettabit y yottabit . Y es que se me hace muy difícil imaginar tanta información junta.

Desconozco si ya existirán dispositivos que permitan almacenar tal cantidad de datos, pero como pasa con los huracanes, por si acaso, ya tienen el nombre buscado.

Cuando era una niña al pensar en el Universo, tan grande, tan ilimitado, me entraba una angustia tremenda, porque era incapaz de imaginar tanto “espacio” en mi sencillo y pequeño cerebro, pero es que han pasado los años y aunque la cabeza me ha crecido, sigo siendo incapaz de “visualizar” algo tan descomunalmente grande. Siempre acabo poniéndole un límite, algo que está dentro de otra cosa, por muy grande que sea.

Pues bien, para liarme aún más, resulta que hay científicos de todo el mundo (decía Punset que más de 10 mil) unidos en el CERN, el centro europeo de investigación de física de partículas, para poner en funcionamiento la “madre de todos los experimentos”, el conocido como
LCH , el acelerador de partículas.

Este experimento arrojará una cantidad de información “útil” del orden de 15 a 20 petabits por año (cada petabit es un millón de gigabits) y que tendrán que repartir esta información a través de una red de ordenadores por todo el mundo, donde científicos irán procesando y revisando estos datos en busca del suceso que, esperan, revele los “misterios” que andan buscando.

Uno de estos misterios sería la
“teoría de las cuerdas” y donde para mi frustración total, no solo habrían muchas dimensiones, sino que nuestro universo podría no ser el único.

Lo cierto es que me fui a la cama con la sensación que mi cerebro no ha crecido nada desde mi infancia, porque me cuesta horrores poder imaginar, siquiera, la posible existencia de tantos universos, tantas
branas y tantos datos.
Por tanto, parafraseando a Sócrates, “sólo sé que no se nada”, donde mi “nada” debe ser el equivalente a muchos yottabits.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante... MUY interesante.

Justamente iba a transcribir esa sabia frase de Sócrates, pero ya la has añadido tú como guinda.

Y qué razón tenía... Sin ir más lejos, el otro día mientras tocaba el piano, pensé: "madre mía, cuanto más aprendo de música, más me doy cuenta de que no tengo ni idea".

Sabio pensamiento el tuyo. Y añadido a tu curiosidad, es excelente.

Anónimo dijo...

Como aporte al comentario transcribo unas palabras del perioddista norteamericano Gary Zukav, cuando habla de la rama más "enrevesada" de la Física: la Mecánica Cuántica, o sea, lo que hacen los científicos del CERN.
"Mi primer contacto con la física cuántica, tuvo lugar hace unos pocos años, cuando un amigo me invitó, una tarde, a una conferencia que tuvo lugar en el Berkley, California.
...así que acudí a la reunión movido por el interés de ver cómo eran los físicos. Con gran sorpresa por mi parte descubrí dos cosas:
1. Que entendía todo lo que decían, y
2. Que su discusión se parecía mucho a una discusión Teológica.
Me costaba trabajo creer lo que había descubierto. La Física no era la asignatura aburrida y estéril que yo siempre había supuesto. Era una aventura profunda, rica, que se había convertido en inseparable de la Filosofía."
..."esas personas están involucradas en aventuras extramadamente interesantes que no son tan difíciles de entender. Es el cómo lo hacen, que en muchas ocasiones implica una explicación técnica, lo que puede producir un profundo sueño involuntario...Pero lo que hacen los físicos es realmente bastante sencillo. Se preguntan de qué está hecho el Universo, cómo funciona y a dónde va, si es que va a alguna parte.
En resumen: hacen lo mismo que nosotros en la noche estrellada cuando alzamos los ojos, nos extasiamos contemplando la inmensidad del Universo, nos sentimos sobrecogidos por su grandeza y, al mismo tiempo, como parte de él."

No puedo estar más de acuerdo con Zukav. Parafraseando a un grande entre los grandes, Albert Einstein:

"La mayor parte de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general, pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos"

Por eso, Punset como divulgador es un genio (por lo menos para mí), porque es capaz de transmitirnos esas ideas simples, que los propios científicos muchas veces son incapaces de explicarnos, y que hacen que todo cobre sentido.
El otro día, sin ir más lejos, mi suegro (María sabe bien de quien hablo), hizo un comentario extramadamente profundo, que ya se habían planteado numerosos teólogos y filósofos hace siglos. El hombre ni se dio cuenta, pero le expliqué que esa misma duda la habían tenido grandes pensadores mucho antes que él.
Cualquier persona, con unas ideas básicas, puede hacer Ciencia, Filosofía o Teología. Sólo hace falte ponerse a pensar.
Como dice el proverbio: "la sabiduría está repartida" aunque al final lleguemos a la conclusión de Sócrates de que en el fondo "no sabemos nada".

Luis

María Hernández dijo...

ClavedeSol, así que eres "música".

Bueno, lo decía el otro día en otro post "Somos música", pero ahora que sé que existe (porque entender me cuesta, eh?) la "teoría de cuerdas" estarás conmigo que somos más música que nunca. Esas cuerdas que cimbrean y que según su bamboleo es una cosa u otra.
Al final, todo es ritmo y armonía. No es de extrañar que la percusión haya sido el primer instrumento del hombre, según dicen.
Descubrimos, pero en el fondo, imitamos y como bien apunta Luis "parafraseando" (jejeje, ya les he contagiado el palabro, jaja) a Albert Einstein "las ideas fundamentales son esencialmente sencillas".
Ahí está: un tambor, ritmo y a todos se nos levantan los pies del suelo. Un lenguaje universal, simple y que todo el mundo entiende.

Lo tenemos, el Universo es una enorme batucada.

Jejeje.


Es verdad que no sabemos casi nada, pero sabemos bailar y el que no sepa es que no se ha puesto a ello, jejeje.

Anónimo dijo...

Cuanta razón tienes, Mery...

Somos ritmo, hasta tal punto que lo que nos mantiene vivos (el corazón), es puro ritmo. Es el ritmo básico a partir del cual hacemos todo lo demás.

¡¡Y pobre de aquel que sufra aritmias!!

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