25 de febrero de 2009

Cuando el jazz y el jazmín se unen...


Hacía tiempo que su corazón naufragaba sobre el profundo océano de la soledad. Los días lo iban atrapando entre redes de monotonía y resignación y, alguna vez, se preguntaba si sería así para siempre.

En las tardes, mientras escuchaba las suaves notas de jazz que fluían entre las paredes de su salón, recordaba aquel bienestar del saberse y sentirse enamorado. Cerraba los ojos y se dejaba arrastrar por la nostalgia del pasado. Repasaba los momentos más dulces y entrañables de aquella otra vida, de aquellos sueños inalcanzados, y regresaba con el agridulce sabor que deja “lo que pudo haber sido y no fue”.

La música seguía llenando la estancia y entre el bamboleo de las corcheas, fusas y semifusas se dejaba llevar hasta ese estado de consciencia donde se empiezan a forjar los sueños.


... “Atardecía y el sol se escondía con la mejor de sus galas, en un intenso alarde de color que daba forma a su redondez. Se escuchaban suaves cantos que conformaban la banda sonora ideal para aquel momento. El calor era inevitable, pero la inmediatez de la noche hacía posible que el aroma del jazmín, que cubría el patio, se derramara por todo el recinto embriagando el aire con sus sugerentes esencias.
Ataviados con chilabas, al estilo del lugar, los dos enamorados disfrutaban de ricos manjares, elaborados más bien para exaltar los sentidos que para aplacar necesidades. Se miraban a los ojos mientras se ofrecían, uno al otro, los placeres de aquel ágape sensual.
Se sabían muy enamorados; a pesar de los años, del pasado y del presente, eran como adolescentes ciegos que se amaban por encima de cualquier circunstancia.
La noche continuó envolviéndolos y enredándolos hasta que los besos, las caricias y el deseo fueron tan intensos que acabaron por entregarse mutuamente, abandonando sus anhelos en los brazos del otro. Y se transformaron en lo mejor de si mismos, en el mejor amante, en la mujer más bonita, en el hombre más delicado, en la mujer más ardiente, en el hombre más apuesto, en la mujer más experta…..En definitiva, se convirtieron en lo que sus corazones deseaban ser para el otro y para si mismos, porque cuando la entrega es absoluta, esa metamorfosis es el milagro del amor verdadero
”…

Así, recreando en su mente los detalles de un sueño, le alcanzó la noche y mientras el dulce sonido de la música lo envolvía, por la ventana se colaba el aroma del jazmín de su terraza. Había recobrado durante unos minutos aquella sensación tan sublime de sentirse como lienzo en blanco donde el amor garabatea con los colores del arco iris.

8 comentarios:

Pedro Bonache dijo...

Te lo dije..., poesia pura, sensaciones de una Maria aun resacosa de un carnaval que la cambió durante horas,durante instantes que la hicieron soñar y gozar, cambiar de imagen,decorar su rostro y sus ojos,los cabellos languidos y menos ensortijados, pero onduladosy bellos..., y ese aroma del jazmin, me recuerda la primavera, el verano, las noches en la terraza sintiendo una leve y aromatica brisa..., yo ta percibo un frescor distinto de madrugada, cantan ya los mirlos al alba y recuerdo aquella vez del añor,que es cierto, te sientes seguro,te sientes bien porque hay una amada que espera, que llamará o que simplemente dirá "El dia bien, cariño...?".

Anónimo dijo...

Chiquilla... ¡¡¡estás hecha una poeta!!!

María Hernández dijo...

A ver, a ver...que con las mentirijillas no puedo.

Lo de "resacosa" no será por lo que bebo, ahora si se entiende por dolor de pies, vale, jeje.
Lo de los "cabellos lánguidos"...es una peluca.
Y seré franca del todo; ésto no tiene nada que ver con los carnavales, lo escribí hace algún tiempo pero lo tenía por ahí, agazapado entre tantos documentos que encierra un pc.
Hace algunos meses a todo el mundo le dió por hablar de viajar a Marrakech, que si la "ciudad roja", que si el zoco, que si las dunas. Parecía que por donde quiera que me moviera había alguien deseando coger un avión rumbo al desierto. Y un día me puse delante del pc y salió ésto.
Y ¿quién no ha soñado alguna vez con los ojos a medio cerrar dejándose llevar por la imaginación?. Se le llama "fantasear", de fantasía, no de fantasma.
Pero ahora que lo pienso, el tema central de estos carnavales en Santa Cruz de Tenerife es "el cine de terror": fantasmas, espectros, vampiros, dráculas y alguna brujilla...como yo, jeje.

María Hernández dijo...

Para Pedro:

Respecto a la frase "El dia bien, cariño...?" te remito a un vídeo, de un humorista canario, muy popular y querido entre nosotros, porque como nadie ha sabido sacar la idiosincracia de nuestra gente. Se llama Manolo Vieira y, aunque reconozco que si no eres de estas tierras hay cosas a las que no le encuentras la gracia, sabe retratar muy bien muchos aspectos de la vida diaria.
No te lo pierdas...encontrarás la respuesta correcta alrededor del minuto 5:19, aunque para entenderlo bien tendrías que verlo entero. Espero que te saque alguna risa.

http://www.youtube.com/watch?v=Cd4tACa5oA8

Anónimo dijo...

He leido varias textos. Me gusta como escribes. Muy intimista... creo. Gracias por el regalo. Curiosamente encontre tu blog navegando en el blog de Noticias de investigación en el MIT. Grata sorpresa.

Anónimo dijo...

(…) entregar el corazón
no se hizo en vano nunca.
Se paga con suspiros y amargura,
Con arrepentimiento interminable (…)

A.E. Housman – “Consejos de un hombre sabio”_

El cambio en la foto, creo, que se corresponde más con lo que escribes.

Casa de Los Cuentos dijo...

Hola María
Me gusta mucho ver como este Blog se está llenando de Alma, es decir, de la vida que le genera la interacción entre el que escribe y quienes te leemos.
Un texto evocador...
Un saludo. Jabier.

María Hernández dijo...

A todos los "anónimos" gracias por venir, leer y dejar vuestros comentarios.

A ti, Jabier...agradecida de que tengas un ratito para pasar por aquí. El "alma" del blog, como dices, lo creamos todos. No pierdas la costumbre de volver.

Saludos a todos.

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